"Es muy difícil saber qué sucederá dentro de un minuto.
Podemos crear todas las condiciones para que suceda lo que esperamos: mover una taza, dibujar una línea, abrir una ventana, pero no es posible saber con exactitud qué sucederá.
La causalidad encadena un acontecimiento tras otro hasta el efecto final. Ni siquiera los primeros principios - esos irrefutables - son primeros.
Pero sí debemos responsabilizarnos por nuestras acciones - nuestros primeros principios - los que nos han llevado hasta donde estamos. No hay que sufrir, no hay que resistirse a lo que es.
Hay que aceptar que estamos aquí por lo que hemos hecho, pero tenemos que saber qué hemos hecho para estar aquí. Así, más adelante sabremos a dónde nos llevarán esas mismas acciones.
Por desgracia, a las personas se nos olvida pronto todo lo que no nos impacta de un modo irreparable. Y aún de aquellas situaciones que nos han afectado mucho no sabemos encontrar la causa. Así vamos, ciegos paso tras paso, sin saber qué sucederá dentro de un minuto."
En ciclo de vida del software cobra cada vez más importancia analizar que medir. No quiere esto decir pensar dos veces y hacer una, sino que va más relacionado con la observación.
En esto nos pueden ayudar los diagramas causales, como parte de las retrospectivas y acciones de mejora. (Ver Ishikawa)
- Coger un problema que puede repetirse.
- Colgar de él una línea central.
- Colgar los principales actores de esa línea central.
- Colgar de los actores las principales acciones (causas) que pueden contribuir a el problema
- Colgar de esas acciones otras acciones que han influido a que esa acción suceda.
Si minimizamos las acciones que han contribuido a llegar a este problema, es posible no repetirlo y que nuestro próximo intento termine en un escenario positivo para nuestros equipos y nuestros clientes.
Ahí os lo dejo.
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