04 enero 2011

Acabo de ver una charla de Dan Ariely sobre las decisiones irracionales que tomamos día a día.

Me ha asombrado lo predecibles que somos tomando decisiones y también saber que, en realidad, la gran mayoría de las veces no tenemos el control de lo que decidimos sino que tomamos las decisiones que otros quieren.

Si ya hemos tomado una decisión y nos presentan una opción que no hemos probado, la probamos antes de hacer lo que habíamos decidido, pero si nos presentan dos, ya no las probamos… creo que con algún cliente me ha pasado esto… ahora sé por qué escogió el diseño más feo.

Mira la charla: http://bit.ly/esBJCL

¿Que no te puede pasar? ¿Seguro?

Aquí tienes una demostración de que no elegimos entre las escaleras o las escaleras mecánicas porque estamos seguros de que es la decisión que queremos… http://bit.ly/g1yotf.

No sé si hay alguna forma de escapar de esta irracionalidad porque, incluso siendo conscientes de ella, es difícil tomar la decisión correcta cuando somos manipulados.

4 comentarios

Me ha gustado volver a ver el vídeo de la campaña Fun Theory con esta nueva perspectiva.

La última vez que lo ví fue divertido, ahora ha sido revelador.

¿Aunque igual estoy siendo manipulado, y es lo que querías?

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Por ahí van los tiros.
En unos días lo cuento.

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Hace poco lei una noticia al respecto que, en resumen, decía algo así:

Haynes comento a la revista NewSientist “nuestras decisiones están predeterminadas inconscientemente mucho tiempo antes de que nuestra propia conciencia las ponga en marcha”.

Esto quiere decir que el libre albedrío podría originarse en una actividad inconsciente del cerebro que se produce hasta 10 segundos antes de que hagamos conscientes nuestras propias decisiones.

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Es por eso que es posible manipularnos, porque antes de que tomemos una decisión, el cerebro ya lo ha hecho por nosotros.

No nos manipulan a nosotros, sino a nuestro cerebro... vamos, que nos comen el coco y nosotros ni nos enteramos.

De todos modos, saberlo es bastante útil - no para evitarlo, porque a veces es difícil aferrarnos a nuestras decisiones iniciales cuando hay una jugosa que nos está gritando "escógemeeee" - pero sí para aplicarlo cuando tenemos que intentar que otros escojan nuestra opción por encima de otra.

Espero no haya sonado mal, pero así se plantean la mayoría de las veces las relaciones. Hay que intentar ofrecer lo mejor para que nos escojan, pero si no tenemos lo mejor, hay que intentar que nos escojan de todos modos mientras seguimos mejorando.

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