23 agosto 2011

Todos nos hemos sentido incómodos alguna vez con alguien que ha interferido en nuestro trabajo, diciéndonos cómo tenemos que hacerlo. Quitando aquellas personas que no aceptan consejos y las técnicas que facilitan la comunicación, cuando nos sentimos así es porque han violado nuestro marco de trabajo o de responsabilidad. 
Independientemente del lugar que una persona, digamos Stan, ocupe en un equipo de trabajo o el rol que tengamos dentro de la empresa, puede que sepa cómo otra, digamos Kenny, puede hacer mejor su trabajo.
Stan puede ocupar un puesto cualquiera en la estructura organizativa de la empresa, pero no debe decirle a Kenny que haga las cosas de esta o aquella manera, ni lanzar propuestas que estén en el marco de trabajo de Kenny sin contar con él, porque estará menospreciando su trabajo. Quizá hace 10 o 20 años esa era la forma de trabajar en muchas empresas, pero actualmente, con la colaboración como uno de los pilares fundamentales para el crecimiento de las empresas, esas actuaciones tienen muy poca cabida, y la misma aceptación que antes, es decir, ninguna.

En cambio es muy posible que Kenny aceptase mejor una orientación que una orden o una intromisión en su trabajo. Más que aceptar probablemente hasta lo agradezca.


Stan puede proponerle a Kenny probar a hacer las cosas de “esta” otra forma porque él ha visto que produce mejores resultados, puede proponerle probar juntos una nueva forma de hacer algo, puede enseñarle o demostrarle cosas que ya conoce y que son efectivas; todo esto a solas, en una reunión o en un correo electrónico.
Lo que no debe hacer Stan es, en cualquier entorno, decirle a Kenny que haga las cosas de “este” modo, u organizar tareas que son responsabilidad de Kenny.

La diferencia la marcará el cómo Stan plantee su opinión o idea. Cuidar la forma en que ayudamos a los demás o en que colaboramos en las tareas colectivas permite llevarlas a buen puerto y mantener a la vez una buena convivencia laboral, que redundará en una mejor colaboración en el resto de tareas de la empresa, focalización en las tareas y motivación.

Piensa en la última vez que te ocurrió esto y si eras Stan o eras Kenny y la relación laboral entre ambos. ¿En qué terminó todo?

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